En la era digital, las líneas blancas que cruzan nuestros cielos se han convertido en un candente tema de debate. La mayoría de la gente ve normales las estelas de condensación que dejan los aviones comerciales, pero un pequeño pero ruidoso grupo piensa que estas líneas son algo mucho peor: un programa secreto del gobierno para rociar sustancias químicas nocivas en el aire. Mucha gente en Internet cree en esta teoría conspirativa llamada "estelas químicas", a pesar de que hay muchas pruebas científicas que dicen que no es cierta.
Comienzo y desarrollo de una conspiración
La teoría de la conspiración de los chemtrails surgió en la década de 1990, cuando el acceso a Internet creció rápidamente. Los programas de radio sobre cosas extrañas ayudaron a que la teoría creciera, sobre todo en las zonas rurales de Centroamérica, donde la gente tenía menos educación. Al principio, algunas personas pensaban que estas cosas en el cielo eran ovnis, pero a medida que más gente volaba y los aviones se hacían más comunes, la gente empezó a buscar explicaciones más realistas.
La teoría de la conspiración afirma que gobiernos, grupos militares u otros grupos poderosos están rociando intencionadamente productos químicos venenosos desde aviones por malas razones, como cambiar el tiempo, controlar a la población, controlar las mentes o la guerra biológica. Las personas que creen en estas "estelas químicas" dicen que son diferentes de las estelas de condensación normales porque duran más, tienen patrones extraños y se dice que contienen sustancias químicas.
La ciencia tras las estelas de condensación
Para comprender las deficiencias científicas de la teoría de los chemtrails, es crucial entender la física de la formación de las estelas de condensación. Las estelas de condensación son nubes que se forman cuando los gases de escape calientes de los motores de los aviones se mezclan con el aire frío y húmedo a gran altitud.
El proceso sigue las reglas de la física atmosférica que son bien conocidas. El combustible de los reactores se quema en los motores de los aviones, produciendo vapor de agua, dióxido de carbono y otros gases que salen del motor a temperaturas de unos 900 grados centígrados. Cuando estos gases de escape sobrecalentados entran en contacto con el aire frío de las altitudes de crucero, que suelen estar entre 9 y 12 kilómetros por encima del suelo y donde las temperaturas oscilan entre -40 y -60 grados Celsius, el vapor de agua se convierte rápidamente en cristales de hielo.
Esto ocurre por la misma razón por la que puedes ver tu aliento en un día frío. El criterio Schmidt-Appleman, desarrollado independientemente por científicos en 1941 y 1953, sirve de marco esencial para comprender las condiciones y mecanismos de formación de las estelas de condensación. La formación depende de varias cosas, como la temperatura y la humedad del aire a su alrededor, la presión en la atmósfera y las características únicas del motor.
Cambios de persistencia y aspecto
Uno de los principales argumentos de los teóricos del chemtrail es que algunas estelas duran mucho más que otras, lo que sugiere que se les añaden sustancias químicas. Pero la ciencia atmosférica puede explicar fácilmente este cambio. Las estelas permanecen mientras la humedad del aire sea la misma:
- En condiciones secas, las estelas de condensación desaparecen rápidamente porque los cristales de hielo se convierten en gas.
- Cuando el aire es húmedo, las estelas de condensación pueden durar horas y convertirse en nubes parecidas a los cirros.
- Cuando el aire es muy húmedo, las estelas de condensación pueden crecer y fusionarse, formando muchas nubes.
Los patrones cuadriculados que la gente suele decir que son prueba de la fumigación sistemática se deben en realidad a la forma en que se establecen las rutas de los vuelos comerciales. Cuando se observan desde abajo las rutas de vuelo organizadas del Sistema Nacional de Espacio Aéreo, se ven naturalmente patrones de rayas cruzadas.
Contexto histórico: Programas reales de pulverización de productos químicos
La teoría de la conspiración de los chemtrails obtiene cierta credibilidad de ejemplos históricos reales de programas gubernamentales de fumigación química. Estas operaciones reales dan a los teóricos de la conspiración una base de verdad que utilizan para respaldar sus afirmaciones.
El ejemplo más famoso es la Operación Ranch Hand. El ejército estadounidense roció unos 19 millones de galones de herbicidas, incluido el Agente Naranja, sobre Vietnam, Laos y Camboya entre 1962 y 1971. El objetivo de esta operación era talar los árboles de los bosques para eliminar la cobertura del enemigo y destruir los cultivos alimentarios. Los resultados fueron terribles: Las cifras del gobierno vietnamita dicen que murieron unas 400.000 personas, y millones más tuvieron problemas de salud a largo plazo, como malformaciones congénitas y cáncer.
Fue igual de aterrador ver los experimentos realizados en EE. UU la Operación Sea-Spray en 1950. La Marina roció a propósito la bacteria Serratia marcescens sobre la bahía de San Francisco para comprobar la eficacia de la guerra biológica. Al menos 11 personas tuvieron que ir al hospital y una murió como resultado de este experimento.
Durante las décadas de 1950 y 1960, la Operación LAC (Large Area Coverage) utilizó sulfuro de cadmio y zinc para probar la dispersión química en 34 emplazamientos de Estados Unidos y Canadá. El objetivo de estas pruebas era aprender cómo podrían propagarse las armas biológicas en grandes áreas, utilizando a la población estadounidense y canadiense como sujetos de prueba sin saberlo.
Otro capítulo oscuro de la historia es el programa MK-Ultra de la CIA, que funcionó de 1953 a 1973 y consistió en experimentos humanos ilegales con LSD y otras drogas, hipnosis y tortura psicológica. Más de 80 instituciones realizaron estos experimentos sin el conocimiento ni el permiso de los sujetos.
Diferencias importantes: Altura y eficacia
These historical instances are indeed unsettling; however, they fundamentally diverge from the purported chemtrails program in a critical aspect: altitude. All recorded chemical spraying operations, even the worst ones like Ranch Hand, were done at very low altitudes, usually no more than a few hundred meters above the ground. Ranch Hand, for example, was only 150 meters above the ground.
Existe un requisito de baja altitud por razones físicas básicas. Los agentes químicos deben llegar a sus objetivos en cantidades concentradas y eficaces. Si se rocía desde un avión comercial que vuele a 10.000 metros o más, cualquier agente químico sería casi inútil. Las sustancias serían arrastradas por los vientos de la atmósfera miles de veces antes de llegar al suelo, y podrían esparcirse a lo largo de cientos de kilómetros y perder toda su eficacia.
El problema de la altitud
No es buena idea rociar productos químicos desde grandes alturas debido al funcionamiento de la atmósfera. Sería como "verter un vaso de ácido en el océano y esperar que todo el mundo enferme". La física simplemente no apoya la posibilidad de una dispersión efectiva de productos químicos desde altitudes de vuelo comerciales.
Acuerdo entre científicos y expertos
La comunidad científica ha investigado a fondo y descartado las afirmaciones de los chemtrails. Environmental Research Letters publicó una encuesta completa en 2016 en la que se formulaban preguntas a 77 de los mejores científicos atmosféricos y geoquímicos del mundo. Los resultados fueron claros: 76 de los 77 expertos (98,7%) dijeron que no habían visto ninguna prueba de un programa secreto de fumigación atmosférica a gran escala.
Los científicos determinaron que todas las supuestas pruebas de los chemtrails podían dilucidarse mediante procesos físicos y químicos establecidos relacionados con la formación estándar de estelas de condensación y los aerosoles atmosféricos. Los autores del estudio afirmaron que su objetivo no era hacer cambiar de opinión a quienes ya creen en la conspiración, ya que esas personas suelen ver las pruebas en contra como una prueba más de la conspiración. En su lugar, querían hacer un registro científico objetivo para el debate público.
Testimonio de Edward Snowden
En una entrevista de 2019 en The Joe Rogan Experience, Edward Snowden, un ex contratista de la NSA que tuvo acceso sin precedentes a información clasificada del gobierno, habló directamente sobre los chemtrails. "Los chemtrails no existen", dijo Snowden sin dudarlo. Snowden revisó un montón de redes secretas utilizadas por la NSA, la CIA y el ejército y no encontró ninguna prueba de un programa de fumigación atmosférica.
El problema de las "pruebas
Las personas que creen en los chemtrails a menudo señalan muestras de suelo y agua que, según ellos, muestran niveles más altos de aluminio, bario u otras sustancias químicas. Pero estas afirmaciones nunca se sostienen con pruebas científicas. Algunos de los ejemplos más conocidos son:
- Estudios de Clifford Carnicom: A finales de los 90 y principios de los 2000, el activista Clifford Carnicom dijo que había encontrado mucho bario y aluminio en muestras de Nuevo México y Arizona. Pero Carnicom rechazó las peticiones de verificación independiente de instituciones oficiales. Además, el Instituto Carnicom, que es su propio grupo, hizo los análisis.
- Afirmaciones sobre el Monte Shasta: Diferentes grupos activistas han afirmado que las muestras de agua del monte Shasta tienen altos niveles de aluminio. Hay algo de aluminio en la zona, pero está ahí de forma natural debido a la geología de la zona, no porque los aviones lo estén fumigando.
Estos estudios no suelen contar con los controles adecuados, registros de cadena de custodia ni verificación independiente, elementos todos ellos necesarios para un análisis científico fiable.
Refutación de "pruebas" fotográficas
Las imágenes que a menudo se utilizan como prueba de los chemtrails en realidad muestran aviones reales volando. Muchas imágenes que se dice que muestran sistemas de rociado químico realmente muestran:
- Sistemas de lastre para pruebas de vuelo: Barriles llenos de agua que se utilizan para probar cuánto peso añadirían los pasajeros a un avión.
- Ejercicios de entrenamiento militar: Filmaciones antiguas de operaciones reales de guerra química como la de Vietnam, pero mostradas como si estuvieran ocurriendo ahora mismo en la vida civil.
- Variaciones normales de las estelas de condensación: Las diferentes condiciones meteorológicas hacen que las estelas de condensación tengan un aspecto diferente.
Cosas que no son posibles desde el punto de vista económico y práctico
Además de los argumentos científicos, la teoría de los chemtrails tiene problemas prácticos. Los márgenes de beneficio de la aviación comercial moderna son muy reducidos. Para ahorrar peso y espacio, las aerolíneas eliminan los aseos y cobran por las maletas. No tiene sentido desde un punto de vista económico pensar que estarían dispuestas a instalar y poner en marcha costosos sistemas de dispersión química que necesitan enormes tanques, equipos especiales y miles de personas dispuestas a ayudar.
Este tipo de programa necesitaría:
- Poner sistemas de pulverización en miles de aviones que ya están en uso
- Colaboración con compañías aéreas, gobiernos y fabricantes de todo el mundo
- Mantener en el más absoluto secreto a millones de trabajadores de líneas aéreas, pilotos, mecánicos y controladores aéreos.
- Cadenas de suministro de productos químicos por valor de miles de millones de dólares que nunca se detienen
Problemas reales con el medio ambiente
Los chemtrails son inventados, pero los vuelos plantean verdaderos problemas medioambientales. Las emisiones de los aviones contribuyen al cambio climático:
- Emisiones de CO₂ procedentes de la quema de combustible.
- Nubosidad causada por estelas de condensación que alteran el tiempo en la zona
- Las partículas a gran altitud afectan a la química de la atmósfera
Estos problemas reales deben ser investigados y estudiados, pero funcionan a través de mecanismos que son muy diferentes de la historia de los chemtrails.
La psicología de la conspiración
La persistencia de la creencia en los chemtrails, a pesar de las numerosas pruebas en contra, ilustra influencias psicológicas y sociológicas más amplias. Edward Snowden dijo: "La gente quiere creer en teorías conspirativas porque hacen que la vida tenga sentido. Nos hace sentir que alguien tiene el control, que alguien manda".
La teoría da a la gente consuelo psicológico dándoles:
- Formas sencillas de entender problemas difíciles
- Sensación de que alguien está "al mando" de las cosas que van mal.
- El sentido de pertenencia a una comunidad entre creyentes
- No confiar en los responsables ni en las instituciones
Cómo olvidarse de los problemas reales
La obsesión por los chemtrails puede ser la más problemática porque desvía la atención de las preocupaciones reales sobre la extralimitación del gobierno y el daño al medio ambiente. Como se afirma en el material original, los verdaderos esfuerzos por controlar a la población se llevan a cabo a través de:
- Prácticas de la industria alimentaria: Aditivos químicos en los alimentos procesados que perjudican la salud de las personas
- Productos químicos agrícolas: Pesticidas y herbicidas que han demostrado ser perjudiciales para la salud.
- Consolidación empresarial: Cuando las grandes empresas farmacéuticas, agrícolas y alimentarias son propiedad de la misma persona
- Contaminación del agua: Hormonas y productos químicos en el agua
Estos problemas documentados deben estudiarse y tratarse, pero no es necesario resolverlos de forma tan dramática como la lucha contra los falsos programas de fumigación aérea.
Avanzar: Ciencia y duda
La teoría de la conspiración de los chemtrails demuestra lo importante que es saber leer y entender la ciencia y pensar de forma crítica en un mundo en el que todo está conectado. Un sano escepticismo de la autoridad es bueno, pero debe basarse en hechos y razonamientos lógicos, no en el miedo y las conjeturas.
El método científico nos permite distinguir entre preocupaciones reales y teorías sin fundamento:
- La revisión inter pares garantiza que las afirmaciones científicas se comprueban a fondo
- Los experimentos reproducibles permiten que otras personas comprueben los resultados por sí mismas.
- Comprobaciones de coherencia lógica para ver si los mecanismos propuestos son posibles en el mundo real.
- La evidencia proporcional dice que las afirmaciones extraordinarias necesitan pruebas extraordinarias.
"In a time when there is too much information and people don't trust institutions, the chemtrails phenomenon is a warning about the difference between healthy skepticism and paranoid fantasy. There are already serious threats to human health and the environment. We don't need to make up more."
No hay armas químicas secretas en el cielo sobre nosotros, pero sí muestran cómo la actividad humana tiene un efecto real sobre la atmósfera de nuestro planeta. Podemos encontrar soluciones reales a los problemas medioambientales y sanitarios a los que nos enfrentamos si dejamos de preocuparnos por teorías conspirativas y empezamos a centrarnos en problemas que han sido documentados y pueden medirse.