La Matrix Reloaded introduce un personaje que sólo aparece durante un breve espacio de tiempo, pero que tiene mucha importancia filosófica. Randall Duk Kim interpreta al Creador de Llaves, una de las películas más elegantes sobre el conflicto entre el destino y el libre albedrío.
Neo es el elegido en la trilogía, y el Agente Smith es la lógica determinista del sistema. El Creador de Llaves, en cambio, es algo más sutil y, en última instancia, más inquietante. Es el personaje que hace posible la libertad, pero su mera existencia hace que uno se pregunte si la libertad es sólo una ilusión más complicada que la propia Matrix.
Matrix creó al Creador de Llaves, que es un programa que sirve a un propósito específico. Pero ha decidido traicionar su objetivo y unir fuerzas con la resistencia humana. Esta aparente contradicción es lo que impulsa la exploración filosófica más profunda de la película. Si el Creador de Llaves es un programa creado para hacer ciertas cosas, ¿cómo puede decidir hacer otra cosa? Y si realmente no puede elegir, y si su traición a Matrix está predeterminada de algún modo, ¿qué significa elegir? ¿Qué significa ser libre? Estas preguntas hacen que el Creador de Llaves pase de ser un personaje secundario a un eje filosófico que mantiene unidas las reflexiones de toda la trilogía sobre el libre albedrío.
La estructura de la predeterminación
La trilogía Matrix se basa en una determinada forma de concebir el tiempo y la realidad. El Oráculo, que es otro programa de Matrix, puede ver lo que ocurrirá en el futuro. Esta habilidad sugiere que el futuro no es abierto e incierto, sino fijo y conocible. Si el futuro es perceptible, debe existir inherentemente en alguna capacidad. Esto plantea una paradoja fundamental para la interpretación del libre albedrío en las películas. Si podemos saber lo que ocurrirá en el futuro, ¿cómo puede haber verdadera elección? Si los acontecimientos pueden predecirse, ¿cómo puede haber libre albedrío?
El personaje del Creador de Llaves deja clara esta paradoja. Los Arquitectos lo crearon para ser una herramienta, un programa que mantiene abiertos los puntos de acceso en el código de Matrix. No hay ninguna razón clara para que cambie de opinión. Debería funcionar como está previsto, haciendo y guardando las llaves que permiten a la gente moverse por la arquitectura de Matrix. Pero se desvía. Trabaja con Morfeo y Neo para llegar directamente al Arquitecto y enfrentarse al propio sistema.
Pero aquí es donde el papel del Creador de Llaves se vuelve filosóficamente más problemático. Podría ser parte del plan del sistema para que abandonara Matrix. Los Agentes siempre persiguen al Creador de Llaves. Siempre está huyendo y en peligro. Esto significa que, o bien el control de Matrix no es perfecto y el Creador de Llaves es un verdadero fallo o resistencia en el sistema, o bien los Arquitectos le están dejando marchar como parte de su plan. Los Agentes podrían matarlo, pero no lo hacen. En lugar de eso, lo persiguen, lo cazan y mantienen la presión. Este extraño patrón me hace pensar que está ocurriendo algo peor que una simple avería.
Esta sospecha se ve confirmada por la revelación posterior del Arquitecto en Matrix Reloaded. El Arquitecto dice que Matrix funciona repitiéndose. Ha habido muchas versiones diferentes de Matrix. Cada vez, un elegido sale, lucha contra el sistema, gana, vuelve a la fuente y comienza el ciclo de nuevo. Esto no es un error ni un accidente. Es para lo que se creó Matrix. Como parte de su funcionamiento, Matrix crea resistencia. La traición del Creador de Llaves, el ascenso de Neo, la fe de Morfeo y la devoción de Trinidad son movimientos planeados de antemano en un juego con reglas establecidas.
Esto significa que la elección del Creador de Llaves de ayudar a la resistencia humana no es realmente una elección. Es un papel que ya se ha establecido. El Creador de Llaves no está encadenado
El programa que quiere la libertad
El personaje del Hacedor de Llaves está tan triste porque no sabe cuál es su papel en este ciclo que ya se ha puesto en marcha. Ve su deserción como una elección real. Cree que va en contra de los intereses de Matrix y la traiciona. Se siente libre y resistente en su propia mente. Pero en realidad, lo que hace ayuda al sistema contra el que cree estar.
Esta es la parte triste del personaje. El Creador de Llaves muestra lo que ocurre cuando dejas que un programa piense en lo que hace y por qué lo hace. Es lo bastante consciente como para cuestionarse si debe hacer lo que se le ha encomendado. Es lo bastante inteligente como para pensar en otras opciones. Pero esta conciencia, esta capacidad de pensar y tomar decisiones, podría estar programada. Podría haber sido diseñado para despertar la idea de la deserción en el nivel más extremo.
La interpretación de Randall Duk Kim capta perfectamente esta tragedia. El Creador de Llaves habla con calma y aceptación, pero también con sentido de la urgencia. Es servicial, trabaja bien con los demás e incluso es amable con la gente a la que ayuda. Pero sus acciones tienen una sensación de inevitabilidad, como si fuera un personaje de un cuento que sabe lo que tiene que hacer y lo hace aunque crea que se está liberando. Su rostro muestra que es sabio y que ha renunciado a la vida de un modo filosófico. Sabe algo sobre lo que significa estar vivo que no puede expresar con palabras.
Cuando el Creador de Llaves muere al final de Reloaded, da la sensación de que estaba planeado, de que tenía que ocurrir. El agente Smith le dispara y cae al agua. Parece que la lógica narrativa ha dejado este momento demasiado claro. El Creador de Llaves ha hecho lo que tenía que hacer. Ha dado las llaves necesarias para enfrentarse al Arquitecto. Tiene sentido que él sea el siguiente en morir. Esta sensación de inevitabilidad es exactamente de lo que se trata. La vida del Creador de Llaves, desde que se convierte en un programa hasta que muere, sigue un camino establecido. Es una persona que nunca puede escapar de las reglas que le controlan.
La paradoja del Libertador Programado
El trabajo del Creador de Llaves consiste en crear puntos de acceso y abrir puertas en el código de Matrix. Es una metáfora de la posibilidad de abrirse paso, romper las reglas y cruzar las líneas. Su trabajo es hacer que ocurran cosas que el sistema dice que no pueden ocurrir. Pero esta misma función le convierte en una amenaza para el sistema, y por eso se le persigue.
Pero aquí está la cuestión filosófica importante: si la liberación de otros por parte del Creador de Llaves forma parte del diseño planificado del sistema, entonces su papel como liberador es muy poco claro. Ayuda a Neo a llegar hasta el Arquitecto, pero el Arquitecto ya ha planeado este acceso. La lucha entre Neo y el Arquitecto no es una lucha real entre dos agentes libres. El Arquitecto había planeado y esperaba este encuentro con una versión de Neo.
Esto hace que el trabajo del Creador de Llaves pase de ser una resistencia real a algo más parecido a trabajar juntos. No ayuda a la resistencia a vencer al sistema. Está ayudando a que el sistema se mantenga repitiéndose. Desde su punto de vista, realmente tiene la libertad de elegir de forma diferente. Desde el punto de vista del sistema, sus elecciones son tan inamovibles como el movimiento de los planetas según las leyes de la naturaleza.
La tragedia del Creador de Llaves reside en su incapacidad para percibir esta paradoja. Percibe su deserción como significativa, deliberada y auténtica. Pero las películas dicen que lo que vivió no es cierto. El diseño de Matrix le hizo sentir que tenía control sobre su propia vida. El Creador de Llaves cree que es libre, y al sistema le gusta que sea así. Su cooperación continua depende de su percepción personal de la elección.
El destino escrito en la función
El Creador de Llaves es diferente de otros personajes de la trilogía porque encarna completamente la función predeterminada. A Neo se le dice que es el elegido, pero la trilogía dedica mucho tiempo a analizar si esta profecía es real o sólo una forma que tiene el sistema de controlarle. La lealtad de Trinity hacia Neo parece real y elegida, a pesar de que sus experiencias pasadas puedan haberla limitado. El agente Smith trabaja para el sistema, pero tiene una personalidad y unos objetivos que van más allá de aquello para lo que fue creado.
El Creador de Llaves, en cambio, no puede cambiar lo que es como programa. La función es lo que le hace ser quien es. Lo que hace es lo que es. Es casi como preguntarse si una función matemática podría dar una respuesta diferente con las mismas entradas. Su programación le da libertad, elección y la capacidad de actuar por sí mismo. No hay un yo secreto detrás de la función que saldría a la luz si fuera libre. La función es lo único que importa.
Esto es lo que le convierte en una figura verdaderamente trágica. Otros personajes de las películas tienen que enfrentarse a fuerzas externas que intentan limitarlos. El Creador de Llaves tiene que enfrentarse a problemas que le vienen de dentro. Está en conflicto consigo mismo. Su parte programada quiere hacer aquello para lo que fue creada. Su parte consciente, la que es consciente y puede pensar sobre las cosas, quiere rebelarse. Pero ambas partes fueron creadas a propósito. Su lucha interior es un conflicto hecho a propósito. Su dolor es un dolor programado.
La interpretación de Randall Duk Kim hace más creíble esta paradoja. El comportamiento del Creador de Llaves muestra sabiduría, pero también una especie de rendición. Camina por el mundo con determinación y claridad, pero también con una sensación de inevitabilidad. Hace lo que hace porque está hecho para ello. Aunque no le guste, su naturaleza de programa limita y canaliza su rebeldía.
La cuestión de la elección genuina
El Creador de Llaves plantea un dilema filosófico que trasciende las meras conjeturas de la ciencia ficción. Si todos estamos moldeados por nuestros genes, nuestras experiencias y nuestro entorno, ¿alguna de nuestras elecciones es realmente libre? Si nuestra capacidad de elección está influida por factores externos que escapan a nuestro control, ¿podemos afirmar que nuestras elecciones son realmente nuestras?
Es la vieja cuestión del libre albedrío frente al determinismo. El Creador de Llaves ejemplifica esta cuestión de forma particularmente pronunciada, ya que es explícitamente una entidad construida. Su naturaleza no surge de la materia y la evolución. Se hizo así a propósito. Por ello, la cuestión de su agencia es muy clara y difícil de eludir hablando de emergencia o complejidad.
En las películas parece que la situación del Creador de Llaves no es tan diferente de la de la gente de Matrix o incluso de la gente del mundo real. Es posible que todas las conciencias estén limitadas de tal forma que sea imposible tomar decisiones reales. La programación del Creador de Llaves limita su capacidad de pensar. Matrix o incluso la propia naturaleza de la realidad pueden limitar la conciencia humana.
El Creador de Llaves, en cambio, ofrece una posible solución a este problema. Quizá la verdadera elección no tenga por qué estar libre de límites. Es posible que la verdadera elección pueda existir dentro de unos límites. El Creador de Llaves elige ir en contra de su propósito, a pesar de que éste estaba incorporado en él. Esta elección es real, aunque esté limitada y sirva a propósitos más grandes que su propia conciencia. Toma decisiones, actúa y arriesga su vida por la resistencia. El hecho de que estas acciones hayan sido planeadas no significa que no sean reales, importantes o suyas.
Sabiduría y renuncia
El Creador de Llaves parece tranquilo, pero es muy consciente de cuestiones filosóficas profundas. Parece saber algo sobre lo que significa estar vivo que no suele decir. Su serenidad ante el peligro, la aceptación de su papel y su voluntad de ayudar a Neo aun sabiendo lo que probablemente ocurriría, todo apunta a alguien que ha llegado a un acuerdo con las contradicciones que conforman su vida.
La gente podría ver esta dimisión como un signo de derrota. El Creador de Llaves sabe cuál es su papel en el juego y hace todo lo posible por desempeñarlo. Pero también podría verse como sabiduría. Se ha dado cuenta de que la cuestión de si es realmente libre no es la más importante. Lo que importa es cómo se comporta dentro de los límites que le atan. Elige ser leal, luchar y rendirse, aunque sabe que ya ha tomado esas decisiones. Con ello, demuestra un tipo de libertad que no es libertad frente a las normas, sino libertad dentro de las normas.
El Creador de Llaves camina hacia su muerte porque la resistencia lo necesita. Podría negarse, huir o quedarse en Matrix y vivir su cómoda vida como un programa. En lugar de eso, elige rendirse. Esta elección puede estar predeterminada, pero sigue siendo real. Dice algo sobre los valores del Creador de Llaves y sobre quién es. Aunque no es una elección libre en el sentido libertario de no tener límites en lo que puedes hacer, sigue siendo una elección con sentido.
El Creador de Llaves como reflexión filosófica
El trabajo del Creador de Llaves en Matrix Reloaded consiste en hacer que el espectador reflexione sobre cuestiones que antes no tenía claras. Su presencia obliga a abordar la paradoja del destino y el libre albedrío de forma tangible y corpórea. No es un rompecabezas intelectual.
Tenemos que preguntarnos si el destino del Creador de Llaves importa, si sus decisiones importan y si su aparente libertad es real cuando le vemos ser perseguido, arriesgar su vida por la resistencia y morir. Y estas preguntas se convierten en preguntas sobre nosotros. Si el Creador de Llaves está predeterminado, ¿podríamos estarlo nosotros también? Y si es así, ¿qué significa esto para nuestra forma de pensar sobre nuestras propias elecciones y nuestra libertad?
El Creador de Llaves no aborda la cuestión del libre albedrío. Las películas no intentan resolver la paradoja que representa. En su lugar, lo utilizan para hacer la cuestión más importante y más personal. Cuando el Creador de Llaves muere, el espectador ya ha tenido que reflexionar sobre la idea de que la libertad y el determinismo pueden funcionar juntos, que es posible tomar decisiones significativas dentro de estructuras predeterminadas y que la capacidad de actuar puede ser real aunque esté limitada por factores que escapan al control del individuo.
La estructura de la conciencia
El Creador de Llaves sigue siendo uno de los personajes secundarios de mayor complejidad filosófica del cine de ciencia ficción. Su breve paso por la pantalla tiene un gran peso temático porque representa la principal preocupación de la trilogía por la naturaleza de la realidad, la conciencia y la elección.
Su encarnación de la paradoja que finalmente revela la película es lo que le hace tan importante para entender Matrix Reloaded. Parece que el Creador de Llaves va en contra de su papel predeterminado, pero su rebelión también está planeada. Parece libre, pero su programación limita su libertad. Parece estar tomando decisiones, pero esas decisiones pueden no ser en su mejor interés y pueden no ser lo que esperaba.
Pero las películas parecen decir que esto podría ser todo lo que hay en la libertad. La trágica dignidad del Creador de Llaves proviene de su aceptación de esta paradoja y de su decisión de actuar con un propósito dentro de ella. Hace lo que hace porque es lo correcto, porque la resistencia le necesita y porque sus valores y objetivos están en consonancia con esta forma de actuar, aunque sabe que todo esto podría estar predestinado y que su destino podría estar ya escrito.
El Creador de Llaves va más allá de ser un personaje secundario. Se convierte en un símbolo de la conciencia misma. Encarna la posibilidad de que la conciencia, la elección y el sentido existan y tengan significado, a pesar de estar limitados por fuerzas externas que escapan a la influencia personal. Es el personaje que la trilogía utiliza para plantear sus preguntas más importantes sobre el destino y el libre albedrío. También es el personaje que sugiere que estas preguntas pueden no tener las respuestas que hemos estado buscando. Quizá no importe si somos realmente libres